Uno de los problemas que frecuentemente consultan los padres cuando sus hijos comienzan a caminar es por la presencia de marcha con “los Pies hacia Dentro” o “con las puntas hacia dentro”.
Lo que muchos padres ven en estas ocasiones es que cuando sus hijos caminan la punta de los dedos de los pies mira hacia dentro como si intentaran tocarse los dedos gordos del pie y los pies no caminan de una forma recta. En ocasiones los niños pueden tropezarse por esta forma de andar o pueden tener marcha que los padres denominan como anormal o rara. A esto también se le conoce como en “Marcha en Adducción”.
Muchas veces esto no es un problema local del pie sino que generalmente existen segmentos de la pierna, la rodilla o la cadera que están implicados en la deformidad.
Como se encuentran alineados los pies con respecto al cuerpo cuando caminamos es el resultado final de la suma de diversos factores como son la posición de la cadera, la posición el fémur, la posición y rotación de la tibia y la alineación del antepie con respecto al retropié entre otros.
En el proceso normal del crecimiento del niño estos patrones de posición de los huesos como la tibia y el fémur van cambiando a lo largo de su crecimiento y puede ser normal que esas posiciones cambien según el niño crece. Es importante por tanto que en estos casos el podólogo valore la posición y movilidad del pie, de la rodilla y de la cadera.
Muchos de estos problemas se corrigen con la edad adulta según el niño va creciendo por lo que no necesitan nada más que observación. En otras ocasiones las deformidades son demasiado grandes que producen problemas funcionales y estéticos en el niño que requieren tratamiento.
El primer paso del tratamiento consiste en cuidar los hábitos posturales del niño. Es normal que durante el proceso hayan adquirido posturas o vicios de posición en la cadera o en la rodilla al sentarse o acostarse que favorecen la deformidad y que evitan la corrección de forma natural. El especialista les dirá que posiciones deben de evitar y cuales deben de fomentar.
También se pueden utilizar plantillas para “abrir” la marcha que son eficaces si se usan de forma continua. Existen también ejercicios de estiramiento o fortalecimiento muscular que ayudan al control de la posición. En los casos más graves se pueden utilizar férulas nocturnas de corrección aunque es necesario utilizarlas cuando la ventana de corrección del niño lo permita.