Una de las condiciones más comúnmente tratadas por los podólogos son los juanetes dolorosos. Los juanetes pueden aparecer en la zona interna o en la zona externa del pie. Los más comunes son los que aparecen en el primer dedo (zona interna) pero también pueden aparecer en la zona externa, debajo del dedo meñique. A estos juanetes se les llama también “juanete de sastre”. Los pacientes que presentan dolor en los juanetes suelen quejarse de dolor cuando usan ciertos tipos de calzado, especialmente los que son muy estrechos en la puntera, o cuando practican determinadas actividades físicas como andar o correr. Los juanetes dolorosos pueden ser tratados con medidas conservadoras. Estas medidas incluyen cambio del tipo de calzado, siliconas y plantillas.
Cuando el dolor en los juanetes persiste a pesar de estas medidas, se recomienda un tratamiento quirúrgico del juanete. Existen diversos tipos de procedimientos quirúrgicos para corregir la deformidad. La selección del procedimiento más adecuado para cada caso requiere estudiar en cada paciente el nivel de deformidad, diversas radiografías del pie y una discusión abierta con el paciente de los objetivos del procedimiento quirúrgico. Casi todos los procedimientos con cirugía para corregir el juanete requieren cortar y reposicionar los huesos implicados en la deformidad.
Los síntomas más comunes asociados a esta condición es la presencia de dolor en el borde externo y en el dedo meñique del pie. El calzado agrava la deformidad y la hace más dolorosa, especialmente si lleva una puntera estrecha. Este es el motivo por el que los juanetes duelen más en mujeres que suelen utilizar un calzado estrecho. El punto doloroso del juanete en el borde del pie puede encontrarse rojo y un poco inflamado debido a la irritación constante del calzado sobre el hueso.
En ocasiones esta inflamación es muy dolorosa y suele ser debida al desarrollo de un saco o bolsa de fluido sobre el juanete llamado “bursa”. Esta bolsa está designada para proteger y almohadillar. Cuando se inflama se produce mucho dolor y esta condición se llama bursitis. Ocasionalmente junto con el juanete se desarrollan callosidades en la planta del pie y puede aparecer dolor en dicha zona.
El tratamiento inicial de la deformidad de juanete se centra en aliviar el dolor. Esto incluye medidas como el cambio de calzado con una puntera más ancha y de un material más blando. El uso de siliconas o almohadillados de la zona puede reducir la presión sobre el hueso y ayudan en deformidades leves. El uso de determinadas plantillas ayuda a controlar las fuerzas deformantes que llevan a la deformidad del juanete. Todas estas medidas ayudan a aliviar el dolor y a enlentecer la progresión del juanete.
Cuando el dolor persiste a pesar de todas estas medidas, está indicado el tratamiento quirúrgico mediante la operación del juanete. La elección del procedimiento a realizar se basa en el exámen biomecánica y diversas radiografías del pie. Ya que en la deformidad del juanete existe un desplazamiento de los huesos, casi todas los procedimientos realinear el hueso. Simplemente “limar” el juanete puede ser inadecuado como tratamiento a largo plazo y en algunos casos puede ocurrir que el juanete progrese más rapidamente.